Hola!
Me llamo Victor Toledo, y soy el creador de la iniciativa Oriente Antiguo.
Qué es
Oriente Antiguo es una iniciativa en medios digitales dedicado a la reflexión intelectual acerca del pasado, sustentada sobre el pensamiento crítico y el conocimiento científico-académico recopilado por la evidencia.
Ciencias y Humanidades se reúnen aquí para examinar los eventos ocurridos cientos, miles y millones de años antes del presente, con especial énfasis en los tiempos descritos por la Biblia, y los tiempos en que la Biblia fue escrita.
Visita la cuenta de Instagram y el canal de YouTube, y suscríbete al Newsletter.
Misión
Promover una comprensión rigurosa y humanista del pasado mediante la divulgación científica y crítica del mundo antiguo, ofreciendo conocimiento confiable que permita cuestionar mitos, dogmas y narrativas distorsionadas. Oriente Antiguo busca superar prejuicios y estereotipos sobre los pueblos del Cercano Oriente y contribuir a una mirada más empática, informada y capaz de tender puentes entre comunidades históricamente enfrentadas.
¿Por qué el foco en el pasado bíblico?
El estudio del pasado no es una “ciencia exacta.” Quizá nunca será posible reproducir los eventos del pasado tal como ocurrieron, por lo que es muy difícil conocerlo “a Ciencia cierta”.
Una de las disciplinas que nos ayuda a obtener conocimiento acerca del pasado es la Historia, cuyo objetivo es investigar la secuencia de eventos ocurridos, analizar sus causas y contextos, y presentarlos de la manera más objetiva posible.
Por lo tanto, lo que leemos en “los libros de Historia” no es La Verdad respecto a los eventos del pasado, sino una aproximación a ella entregada en formato narrativo, el cual siempre, necesariamente, tendrá sus limitaciones.
Dicho eso:
Posiblemente no exista una región del mundo cuya Historiografía esté más contaminada con sesgos, falacias, prejuicios, pasiones, ideologías y favoritismos, que el Levante, cuya porción meridional ha sido convencionalmente conocida como “Tierra Santa” o Palestina, y cuya mayor parte es hoy soberanía del Estado de Israel.
La principal causa de esto, es la lectura no crítica de la Biblia Hebrea o Antiguo Testamento, la cual es calificada por ciertas creencias como una fuente histórica confiable e incluso “inerrante”. Pero, ¿lo es realmente?
La segunda causa son los cada vez más intensos nacionalismos Judío-Sionista y Árabe-Palestino, cada uno de los cuales promueve y expone su propia versión de la historia de la región.
Oriente Antiguo se dedica a la divulgación de todo tipo de erudición académica acerca del pasado, pero se enfoca en la Historia y Arqueología de Palestina-Israel, especialmente en la época bíblica, como ejercicio constante para aplicar el pensamiento individual, crítico, riguroso y basado en evidencia.
Por otra parte, en todas las Ciencias Naturales, probablemente no exista una creencia más arraigada popularmente que “la Evolución es sólo una teoría, que no tiene suficiente sustento en evidencia, y tienes la alternativa de elegir creer en el modelo Creacionista“. Este componente biológico y geológico del pasado es otro de los temas centrales que promueve Oriente Antiguo, donde demuestro que la resistencia a aceptar el conocimiento moderno también se origina de una lectura no crítica del relato bíblico.
Las Preguntas
¿Qué pueden tener en común mis dos carreras, la Medicina y la Arqueología?
¿Qué pueden tener en común las Ciencias Naturales y la Historia de civilizaciones antiguas?
¿Qué pueden tener en común los principios moleculares de la vida, y la comprensión del contexto histórico y sociocultural que dio origen a la Biblia?
Estas disciplinas del conocimiento, aparentemente inconexas, se reúnen en el plano filosófico para plantear las interrogantes más fundamentales de nuestra existencia.
- ¿Cuáles son los orígenes de la especie humana? ¿Hay un razón o “fin último” de nuestra existencia?
- ¿Nuestra conciencia reside en nuestro cerebro o existe también un “alma”?
- ¿Es la Biblia un texto autoritativo según el cual debemos modelar nuestra conducta y pensamiento?
- ¿Es la Biblia un texto confiable para conocer eventos que ocurrieron en el pasado?
- ¿Es la Biblia, “Palabra de Dios”?
- ¿Tiene Dios un “Pueblo Elegido”?
- ¿Es Jesús el “Hijo de Dios”?
- ¿Qué motivos tengo para creer que mi religión es la verdadera?
- ¿Es posible que el Universo no haya sido “creado” por un “Creador”?
- ¿Se preocupa realmente Dios de nuestro bienestar? ¿Hay un porqué para el sufrimiento humano?
- ¿Existe la Moralidad absoluta del Bien y el Mal?
- ¿Hay un Diseñador detrás de los complejos procesos bioquímicos de la vida? ¿O es toda su increíble diversidad producto de una serie de eventos fortuitos?
- ¿Existe realmente fundamento para creer en la existencia de un dios?
Las Invitaciones
Si estamos dispuestos a embarcarnos en una búsqueda honesta de conocimiento acerca de nuestra realidad, nos vemos en la obligación de renunciar a nuestras creencias basadas en Dogma y Fe, y dependemos únicamente de la objetividad que nos proporciona el método científico y el razonamiento lógico.
Cierto, muchas de las preguntas listadas arriba no son alcanzables por la Ciencia. El problema es que tampoco son alcanzables por la Fe.
La primera invitación es a reconocer esta incómoda verdad: de que hay vacíos de conocimiento que probablemente nunca podremos llenar.
La segunda invitación es a no llenar ese vacío con pasiva indiferencia, sino adoptar una actitud activa para que todas nuestras creencias estén bien justificadas y la mayoría de las veces se correspondan con verdades.
La decisión no es fácil. Identificar y erradicar nuestras creencias infundadas podría llevarnos a conclusiones poco reconfortantes. Pero es el precio a pagar por comprometerse a la verdad.
Donde otros te invitan a CREER, Oriente Antiguo te invita a CUESTIONAR.
El Problema Latinoamericano
Desde nuestros orígenes coloniales, la cultura latinoamericana se ha caracterizado por su profunda devoción a la religión importada por los conquistadores. Instituciones religiosas han mantenido un estrecho monopolio sobre la educación y las creencias populares.
Las corrientes racionalistas y empiricistas de la Ilustración europea tuvieron poco alcance en las colonias transatlánticas. Como resultado, la inescapable incongruencia entre Religión y Ciencia no ha sido debidamente enfrentada en esta parte del mundo.
Todavía en el siglo XXI, seguimos venerando a personajes que vivieron hace miles de años en una tierra a ubicada miles de kilómetros de distancia. Año tras año, nuestras celebraciones y días festivos conmemoran eventos en las vidas de esos personajes. Sin embargo, el conocimiento que se maneja a nivel popular acerca de esa tierra lejana y esa época antigua es increíblemente limitado.
Las mallas curriculares de la educación escolar latinoamericana son en general muy deficientes en el estudio de la Historia Antigua.
En particular, destaca la absoluta ignorancia respecto de los extraordinarios logros científicos y artísticos de las civilizaciones que existieron “antes de Cristo”.
Como resultado, el latino promedio tiene la equivocada percepción de que antes de Cristo, “no pasaron muchas cosas de relevancia”.
Cuando uno viaja a países del primer mundo, llama la atención la calidad y cantidad de museos de Paleontología y Arqueología, al igual que la variedad de libros, tanto académicos como populares, que es posible encontrar en la librería de barrio.
En Latinoamérica la realidad es totalmente opuesta. Casi no tenemos tradición académica en ciencias del pasado, y en general se destina muy poco financiamiento para institutos de investigación en estos temas. Las librerías comerciales despliegan una oferta muy escasa de libros de temas académicos porque simplemente “no venden”.
Como resultado, la versión bíblica de nuestros orígenes predomina en el subconciente colectivo por sobre la versión científica.
El alejamiento de la Ciencia es agravado por la creciente polarización política y cultural en las últimas décadas. Las izquierdas se oponen a la religión pero se aferran a narrativas neomarxistas igualmente doctrinarias. Adhieren al pensamiento postmodernista, que niega la existencia de verdadera objetividad y asigna demasiada importancia a sentimiento y experiencia personal. Las derechas, por su parte, se han atrincherado en sus burbujas conservadoras, y establecen alianzas con agrupaciones fundamentalistas de cualquiera de las tres religiones abrahámicas.
Por último, nuestros tiempos están marcados por el acceso universal e indiscriminado a fuentes de información de la más diversa calidad. La desinformación, la pseudociencia, y las neo-religiones operan libremente en redes sociales. Las masas son arrastradas por verdaderos “influencers de la Fe”, individuos carismáticos frente a las cámaras, expertos en la recolección de Likes pero con niveles de instrucción que la mayoría de las veces son cuestionables.
El resultado de todo lo descrito arriba es un crónico y generalizado analfabetismo en Pensamiento Crítico.
El latino prefiere que le digan qué pensar en lugar de aprender cómo pensar. Al ser presentados con otras alternativas de pensamiento, la mayoría de los latinoamericanos prefiere la cómoda indiferencia que el cuestionamiento de lo establecido.
Pienso que este intelecto “de rebaño” ha contribuido en la perpetuación de nuestra condición de países subdesarrollados. Estoy convencido que la educación en ciencias del pasado puede contribuir a revertir este problema.
“Lo único que nos va a salvar del subdesarrollo será tener gente que sepa pensar” – Dr. José Maza, en El Mostrador, 27 de Noviembre 2022.
Qué propongo
El estudio de las ciencias del pasado y la exposición a ambientes multiculturales son ejercicios que estimulan el Pensamiento Crítico, y van limpiando nuestra mente de prejuicios, sesgos, y todo tipo de defectos de razonamiento originados por la estrechez de nuestras comunidades “burbuja”.
La iniciativa Oriente Antiguo propone avanzar la educación latinoamericana en estas áreas. Es a nivel escolar donde está el potencial de generar mayor impacto.
Propongo la creación de modelos educativos seculares, donde:
- la curiosidad intelectual del estudiante pueda fluir libre de límites doctrinarios preimpuestos
- el Pensamiento Crítico sea el conductor central de todas las áreas de aprendizaje,
- una moralidad íntegra pueda construirse en base a una diversidad de sistemas filosóficos.
Estoy convencido que la enseñanza de una narrativa unificada de nuestro pasado humano, que sea congruente con la evidencia empírica, es fundamental para formar individuos mejor equipados con Pensamiento Crítico, más tolerantes con el prójimo, y puede encaminarnos hacia sociedades más prósperas, hacia democracias más estables, y hacia políticas más responsables con el planeta.






